Empiezo a escribir este post en fase de recuperación. He agotado mi energía en los últimos meses y me he encontrado literalmente vacía, me he asustado porque ya no encontraba fuerzas para seguir adelante ni siquiera en la vida cotidiana y no veía bien.
Así que decidí tomarme dos semanas para asentarme, tomarme un respiro, crear algo de espacio -en mi caso, se trataba de una “baja” laboral, así que nada de productividad en ese ámbito durante ese tiempo-.
Esto me deja momentos vacíos, en los que intento volver a centrarme, volver a conectar, converger dentro de mí. Y no es fácil si lo piensas: Soy urbanita, así que encontrar un momento de verdadero silencio me resulta prácticamente imposible, entre el ruido del tráfico, obras de todo tipo, vecinos, repartidores, etc… el silencio ya no forma parte de nuestra vida cotidiana.
No me voy a un retiro de silencio, pero intento reservarme unos momentos de verdadero silencio. De esos en los que puedes oír tu respiración y a veces tu corazón, y en los que te vacías de pensamientos pero en los que a veces todo se acelera en tu mente.
Me tomo este momento de silencio conscientemente, y a menudo escribo después ideas y pensamientos. La de hoy es sobre comida para el alma.
Estamos tratando de comer mejor nuestros alimentos nutritivos, estamos entrando en el vegetarianismo, los productos km0, la ecología, etc … y que a menudo siguen alimentándose de trivialidades en las redes sociales, los medios de comunicación sensacionalistas, programas estúpidos, y el entretenimiento a veces neutral … así que esta segunda semana voy a probar un poco de programa de restablecimiento que estoy probando tanto en el impacto en mi ánima, mi tiempo, en mi sueño: durante 7 días
- No mires IG (bien por mi, no estoy en tik tok)
- No leas las noticias
- Permanecer en completo silencio durante 10 minutos al día
- Lectura (tengo un libro de desarrollo personal y otro de ficción)
- Meditación diaria del mantra SA TA NA MA ( 11 min versión Kirtan Kriya)
- Caminar al menos 20 minutos al día
Y al final de la semana, me preguntaré: ¿Qué me nutre interiormente? ¿En contacto con qué, con quién me siento más vivo, enérgico…? Descubrir lo que tiene sentido y, sobre todo, recuperar cierto poder sobre la elección de mi alimentación interior…
Las conclusiones llegarán la semana siguiente…
The Blondie